Un termostato es un dispositivo utilizado para regular la temperatura en tu casa. Hace que tu hogar esté caliente cuando hace frío afuera, y fresco cuando hace calor afuera. Los termostatos controlan tus sistemas de calefacción y refrigeración. Les indican cuándo encenderse y apagarse para mantenerte cómodo.
Para que tus sistemas de calefacción y refrigeración funcionen de la manera más eficiente, necesitas usar un termostato con inteligencia. Esto significa ajustar la temperatura justo a lo necesario, para que no estés demasiado caliente o demasiado frío. Si subes demasiado la temperatura en invierno o la bajas demasiado en verano, tus sistemas de calefacción y refrigeración tendrán que trabajar más duro. Esto consume más energía y también puede costarte más dinero.
¡Los termostatos programables son bastante interesantes! Te permiten programar diferentes temperaturas en varios momentos del día. Puedes mantener tu hogar más cálido cuando estás despierto y más fresco cuando duermes o no estás en casa. Esto te ayuda a ahorrar dinero en tus facturas de energía porque solo usas energía cuando es necesario.
A veces tu termostato simplemente no funciona correctamente. Podría no activar tus sistemas de calefacción o refrigeración, o podría activarlos cuando no deberían estar funcionando. Si algo está mal con tu termostato, verifica primero las baterías para asegurarte de que no están muertas. También debes limpiar el interior del termostato de polvo y suciedad.
Para que tu termostato funcione correctamente, debes mantenerlo. Este debe permanecer limpio y despejado. De vez en cuando, verifica los ajustes de tu termostato y asegúrate de que sigan siendo los que deseas. Y, no olvides reemplazar las baterías periódicamente para que tu termostato no falle cuando lo necesites.